
Me uno al carro de la actualidad para hablaros del tema que está en boca de, literalmente, todo el mundo: el gran temido COVID-19. No cabe duda de que vivimos días de alarma sanitaria (ahora oficial) en nuestro país.
No obstante, y por la parte que me toca, más allá de las precauciones que debemos tomar y la responsabilidad (¡importante!) que debemos asumir, somos testigos de un estado de psicosis que puede convertirse en algo difícil de controlar.
De ello son tristemente responsables gran parte de los medios de comunicación. El tema es muy serio, sí, hay que ser muy muy conscientes, también, pero, antes de los comunicados y medidas oficiales, estos medios han sido responsables de generar una alarma descontrolada, que ha empujado a muchas personas hacia actos egoístas tan conocidos como el sorprendente “desvalijamiento” de papel de wc, y otros productos de primera necesidad.
En muchas ocasiones, este estado de alarma se corresponde con un punto de desconocimiento y sensación de incertidumbre, que te vuelca a cometer actos irracionales y obsesivos.
Yendo al grano, si tu respuesta es un “sí” a la mayoría de las siguientes preguntas, este post está hecho para ti, atento:
¿Ya encerrado en casa? ¿colapsado de información sobre el virus? ¿percibes con angustia cualquier mínimo síntoma de gripe? (¡ojo que ya está aquí el polen!) ¿has hecho del hidroalcohol desinfectante tu nueva crema de manos?
Te dejo por aquí unos consejos que, sin abandonar las precauciones, te pueden ayudar a sobrellevar mejor tu estado de ansiedad:
- Si tu situación es la de alguien con opción a teletrabajo, o bien estás en”suspensión” temporal de tu faena… ¡aprovecha! Ahora seguramente dispongas de más tiempo para todo aquello que normalmente no podías hacer: viejas aficiones (leer, series, dibujar, tocar algún instrumento, etc.), tareas pendientes, pesadas, pero que te pueden hacer sentir bien una vez acabadas (organizar fotos, papeleo, plannings, etc.)
- ¡Dosifica con precaución tu exposición a los medios! Por muy pegado que estés a la tv, no te vas a enterar de mucho más que si le dedicas un tiempo limitado al día. Piensa que la información realmente importante va a ser transmitida non-stop a todas horas.
- Y referente a cómo te sientes… SPOILER: no será fácil superarlo. Ahora mismo tu coco está convencido de que es súper relevante que no le quites importancia al asunto… pero oye, que tú ya estás tomando las medidas adecuadas, vale ya de tanto aviso ¿no? Te recomiendo que, a modo “reeducativo” para tu cerebro, y puestos a pensar igualmente y de manera involuntaria en el “miedo a…”, vamos a convertirlo en un acto voluntario y sistemático:
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- Dedícale 17’ diarios a esos temores personales… piensa en la más terrible de tus pesadillas ¿qué es lo peor que podría ocurrir? ¿podemos llegar a contagiarnos TODOS? ¿hay algo que aún no hayas hecho ya y que te pueda ayudar?
- Empápate de tus miedos durante única y exclusivamente ese tiempo, cuando acabe, levántate, que ya volverás a pensar en ello mañana a la misma hora y durante el mismo tiempo.
- ¡La mejor parte! Disfruta de tu día a tu aire y aprovecha para hacer algo que te guste (véase el punto 1).
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